La moda íntima le rinde homenaje al séptimo arte en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
Las casas de lencería no suelen ser asiduas en las pasarelas, pero la verdad es que nos tienen mal acostumbrados, porque sean frecuentes o no, sus apariciones siempre son un espectáculo. Y así ha ocurrido con el desfile de Andrés Sardá, que nos ha abierto las puertas a su gran hotel Revé, un imaginario donde todo es posible. !
Aparece Bibiana Fernández cogiendo a su perrito con un fantástico look estelar y detrás suyo un mozo de hotel que acarrea su equipaje, creo que ya sospechamos un poco de qué va el resto… L’Hôtel Rêve de Nuit, inventado a través de lamé, lentejuelas, encaje, seda y tul, está habitado bajo el aura del libertinaje de los años 20 y junto a las divas y a la distinción de los 50. Los mozos, las ascensoristas y las doncellas acomodan a los invitados vestid@s con plumas, transparencias, texturas aterciopeladas y deslumbrantes brillos. Las variaciones estéticas, espectaculares, se persiguen al ritmo de la música, y la verdad es que a este conjunto no se le olvida ni un detalle. Las maletas son un top en este desfile, de hecho todos los elementos que destacan sobre las prendas, ninguno consigue pasar desapercibido. Bodies lenceros, corsés, coulottes de infarto, delantales, botones, transparencias hasta en los zapatos, todo nos remite a los distintos personajes ambientados en el lugar, garantizándonos a nosotros, a los atónitos espectadores, que estamos en el hotel apropiado donde vamos a pasar una noche inolvidable.
A modo de reflexión y después de observar pieza por pieza la lencería con la que tod@s soñamos, nos damos cuenta del gran símil que tienen muchos de los conjuntos y del ambiente con películas tan asombrosas como “Gran Hotel Budapest”, del genio Wes Anderson o “El Gran Gatsby”. ¿Será el azar? Por supuesto que no. El cine puede resultar una enorme fuente de inspiración para muchos diseñadore, así pues, ¡ahí van algunos ejemplos! Sin ir más lejos, Oliver Rousteing utilizó para su debut con Balmain a Thelma & Louise, de Ridley Scott, Ungaro fusionó a Dirty Dancing con Flashdance en una atrevida propuesta, Dolce & Gabbana rescató los mejores momentos de Sophia Loren y Emilia Wickstead recopiló las mejores producciones del ya mencionado Wes Anderson en una colección, y así podríamos seguir buen rato. Esta colección es un ejemplo más de que las artes van del brazo y resulta de lo más cautivador indagar y explorar similitudes, influencias y convivencias existentes entre ellas, sin duda alguna.
Artículo de Alba Riera para TrendsMag.
Imágenes de www.vogue.com