Tres marcas de renombre mundial apuestan por introducir elementos de nuestra cultura.
La última semana de la moda de Nueva York primavera-verano 2016 pasará a la historia por varios motivos y no –sólo porque Givenchy se haya ido a desfilar a la gran manzana-, si no porque la cultura española ha estado muy presente.
El Barcelonés Josep Font, al mando de la marca DelPozo, se ha inspirado en el Romancero gitano de García Lorca, El poeta se percibe con el uso de los colores y los materiales; bordados, ganchillo, croché, rafia, verdes hierba, y lunares simbolizan los campos españoles. Las capas brocadas con dorado y acabadas en flecos, acentúan aún más ese espíritu junto a una actualización del matón de Manila. Todo ello mezclado con reminiscencias de lo mejor del art nouveau. Otro giño patrio fueron los zapatos, las espardeñas con apliques metálicos buscarán su lugar la próxima estación.
Peter Copping, director creativo de Óscar de la Renta, tuvo algunas alusiones más literales. El clavel, la flor favorita de la Renta, se estampó en vestidos de inspiración goyesca. El rojo cogió el protagonismo tiñendo las prendas, emulando así, la indumentaria taurina. Para los pies, de nuevo, el esparto se convertía en protagonista. Algo que también inspiró a Altuzarra en su colección la pasada semana; en su caso, los zapatos de tacón y suela de cuerda, recordaban al País Vasco y los bailarines de aurresku.
Artículo de Ulixes Fernandez García.
Imágenes de la web de Vogue.