Descubre a los cinco diseñadores que han cambiado el ritmo de la semana de la moda madrileña al celebrar sus desfiles fuera de la ubicación convencional.
La sede de la semana de la moda madrileña ha dejado de ser el único foco de atención durante esta edición. la táctica de innovar en las presentaciones es habitualmente utilizada en las distintas pasarelas mundiales pero hay que reconocer que España no es una pionera en ese sentido aunque finalmente ha despegado. Tras años disfrutando de propuestas nacionales en el pabellón 14.1 de IFEMA algo ha cambiado.
Chromosome Residence dio el pistoletazo de salida con una propuesta rupturista llena de respuestas a los interrogantes sociales de hoy en día y plasmaron el deseo de la moda nacional por responderlos. Este desfile tuvo lugar en el Palacio de la Prensa, con una ambientación oscura que cedía a las prendas todo su protagonismo. Pero todo había hecho nada más que comenzar.
Nueva ubicación, nuevo diseñador. Miguel Becer al frente de ManéMané presentó su nueva colección en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, ubicación regia y solemne que contrastó armoniosamente con las propuestas mundanas de la marca basadas en la estética rave y que empastaban a la perfección con el entorno, consiguiendo hacer con su ejército de princesas rave un binomio ganador.
Llegó el jueves y el Hotel Palomo abrió sus puertas, el desfile tuvo lugar en el majestuoso Wellington, y el show no defraudó a los asistentes. El joven diseñador arrasó en su presentación con un éxito total de asistencia y cumpliendo con las expectativas que había generado su vuelta a territorio nacional. Los looks basados en distintos inquilinos de aquel mágico microcosmos desfilaban por distintas estancias del hall y salas aledañas. Creatividad, exceso y diversión resumen la propuesta de Palomo Spain.
Y tras la resaca post-palomo llegó Pepa Salazar. La joven diseñadora eligió el mercado de Antón Martín y entre sus pasillos, que día a día se llenan de vecinos, desfilaron sus modelos con ciertos toques retrofuturistas, mucho glitter y colores metalizados. Sus propuestas están basadas en el aprovechamiento, ya que ésta es la filosofía de la diseñadora: crear a partir de lo ya creado dando lugar a nuevas prendas. Buen ejemplo de ello fue una gran pieza de punto en la que se podía leer el nombre de la diseñadora con la que ha realizado cinco prendas, siendo el comienzo de una el final de la anterior.
Todo terminó como comenzó, fuera de los muros de IFEMA y los encargados de hacerlo fueron Maria Ke Fisherman. El lugar elegido fue el Parque de Atracciones de Madrid, concretamente una atracción acuática en la que los invitados ataviados con sus chubasqueros azules disfrutaron de un recorrido subidos en canoas pudiendo disfrutar de los 16 looks presentados. Las prendas se alejaban de colecciones anteriores para evolucionar hacia propuestas más ponibles como pantalones cargo con grandes bolsillos propios de un pescador fluvial.
Todas propuestas enmarcadas en el denominado off de la semana de la moda madrileña han aportado un (necesario) soplo de aire fresco que esperemos siga adelante y más marcas tomen como ejemplo. Arriesgar en muchas ocasiones es sinónimo de éxito.
Artículo de Pelayo Viejo para TrendsMag.