Fede Serramalera y su equipo abren los premios “Haikurts” en Phenomena.
Tal vez pensábamos que, a estas alturas, solo las polaroids y los mercadillos vintage podrían hacernos volver al pasado… ¡Pues no! Nacho Cerdà, fundador y director de Phenomena hace que este viaje en el tiempo en el que todo moderno se ve sumergido sea muchísimo más ameno. Son tres los años que Fede Serramalera, Jonathan Jaraba y Maria Ródenas vienen haciéndonos la vida más fácil a los que hacemos bricomanía con el término “hipster” y, en este caso, nos lo dan ya montado en su versión para cinéfilos.
Contra todo pronóstico (no nos olvidemos del género patrio de la tapa, la birra y la instantaneidad que nos caracteriza a los españoles en la metodología del disfrute), Fede Serramalera nos hace de nuevo fieles a las salas de cine mediante su propuesta «Haikurts», un modelo de micrometrajes inspirado en la estructura métrica de las estrofas de la forma poética japonesa «haiku». Un haiku se forma por tres versos: uno de cinco sílabas, uno de siete y otro de cinco, consecutivamente. El total es de tres versos y diecisiete sílabas.
Esta tercera entrega de los premios Haikurts, patrocinados por Filmin, Udon, Filmoteca de Catalunya y los Cines Renoir y Mèlies, entre otros, nos trajo muchas sorpresas. Un presentador espeluznantemente gracioso, Martín Piñol, y un espacio que bien podría transportarnos al neoyorkino Studio 54. Detalles más que cuidados aseguraron una velada en la que la impecabilidad era el punto de mira y la conversación ejercía de hilo musical junto a los del grupo Big Menu.
Los premios, cuidadosamente escogidos bajo un jurado compuesto por Sergi Doladé, Violeta Kovacsics y Carlos Marqués-Marcet, los recibieron los que mejor han tratado las categorías del Drama, la comedia, el terror, el documental y el experimental. Según los aplausos del público, cabe destacar un Haikurt estrictamente relacionado con las relaciones humanas de hoy, «Gràcies Tinder», que muestra en 17” a una pareja cuya felicidad se basa en la participación de usuarios de Tinder en sus respectivos perfiles al acabar la noche bajo edredones, abriendo una sonrisa de oreja a oreja, haciendo que los espectadores nos replanteemos nuestra manera de interactuar con las distintas dimensiones de nuestra propia realidad.
Sin duda, una noche de primavera que dejó cabida a todas aquellas propuestas creativas que alberga, no solo nuestra ciudad, sino toda España.
Imágenes de Álex Pámies.