«Sobre el estado de desorientación y de alerta constante de un fotógrafo desubicado en un lugar desconocido. Muestra el paso de los días inmerso en situaciones incontrolables, evocando paisajes y espacios aparentemente comunes. El factor humano como ingrediente reiterativo, siendo parte de imágenes directas de un autor incapaz de tomar distancia entre lo objetivo y lo emocional«
Esas son las palabras a las que se refiere el argentino de Córdoba Juan Diego Valera, residente en Barcelona desde hace ya trece años, al hablar de su último trabajo, «Diente de Chucho». Hace dos años Valera pasó veintiocho días en Guatemala gracias al Centro de Cultura España con el objetivo de realizar un proyecto junto a Byron Mármol llamado «Lugares de Tránsito». Lo que no sabía el cordobés era el panorama que encontraría allí. De manera instintivo salió a buscar ese «factor humano» del que tanto habla. El fotógrafo parece nutrirse de la dualidad de si busca o encuentra situaciones desesperadas en las que verse entrometido y a la vez comprometido a fotografiar. Considera el trabajo de Diente de Chucho «natural e impulsivo». Se define como un «animal suelto» que busca el «estado primario» de sí mismo a través de la fotografía. Recogería la extrema intensidad guatemalteca con tres cámaras compactas de 35mm, las míticas Fuji Miju, y una de medio formato en las que dispararía con distintas películas alternando en color y el b/n.
Mañana, Viernes 28 de Noviembre, veremos esos veintocho días de Juan en Guatemala en la presentación de su obra «Diente de Chucho» (Editorial Ca l’Isidret) en el espacio del barrio de Gràcia El Observatorio.
imágenes de la web de Juan Diego Valera.