«Cada paja es un aborto» es la primera exposición de Lucía Egaña Rojas. 24 collages de pequeño formato invaden los escasos metros cuadrados que ocupa El Palomar (C/Elkano 43Bis Ático) con el único proposito de invitar al espectador a la reflexión sobre el significado de aquello a lo que, con el tiempo, se le ha quitado importancia: la masturbación y la pérdida de recursos que esta atañe.
El método del collage acarrea una metáfora en cuanto el origen de los materiales que lo componen y el ánimo que lucra a la exposición. Las 24 obras de pequeño formato fueron realizadas a partir de fragmentos de fotos de DNI encontrados frente a una guardería que ya no existe. Otras obras de formato medio se ejecutaron con fragmentos de fotografías de orígen médico tomadas a genitales y recortes de una de las revistas más importantes de la industria pornográfica: Private.
El Palomar cuenta con un «refill» casi tóxico, dotado de obras escultóricas utilizando fluidos sexuales en la elaboración de diferentes panes que incluirán en su masa el asco y la amenaza y que deberán ingerir los visitantes. Aquellos que no sean ingeridos, serán dados a las palomas.
Con esta exposición observamos que la posición de Egaña es más cercana a lo experimental que a lo académico y que el activismo feminista tiene un gran papel que operar en su obra.
imágenes de la página de Facebook del evento.